Para lograr una economía saneada en familia debemos llevar un control de nuestra contabilidad en el día a día. Lo que a unos les puede parecer innecesario, es la clave del ahorro de la mayoría de las familias que pasa, sobre todo, por tomar consciencia de cuáles son nuestros mayores gastos y cuáles son las partidas presupuestarias en las que podemos recortar.
Para ello, basta con saber ciertos trucos que te ayudarán a llegar de forma más holgada a final de mes.
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Errores que debes evitar si quieres ahorrar
Gastar más de lo que ganas
Puede parecer evidente pero la falta de control de los gastos mensuales en muchas ocasiones lleva a gastar más dinero del que se ingresa en la familia. Es importante saber qué gastos anuales fijos hay como impuestos, seguros, alquiler, hipoteca,… y en qué fechas se abonan para tenerlo en cuenta esos meses y poder equilibrar la balanza de ingresos y gastos.
No planificar los gastos mensuales
Es probable que tengas muy claro cuál es el coste del alquiler, la letra del coche, el préstamo que debes… pero no sabes cuánto gastas en ocio, en alimentación, en ropa, en regalos,… Puedes crear una lista con tabla de gastos mensuales para ser consciente de todas las compras que realizas, qué partida se ha disparado o dónde puedes ahorrar. Te sorprenderás al ver el cómputo total de lo que gastas en ciertas partidas de las que quizás no eras consciente y que es uno de los errores más comunes en la gestión de la economía de la familia.
No comparar presupuestos
Hay adquisiciones que suponen un alto esfuerzo económico para la unidad familiar y requieren de ser bien estudiadas. A la hora de comprar un coche, electrodomésticos, hacer una obra, elegir el colegio de los niños, un viaje largo, cambiar de vivienda,… se recomienda comparar distintos presupuestos y confirmar si realmente podemos hacer frente a los nuevos pagos o nos van a suponer un problema. También podemos comprar cosas de segunda mano, seminuevas, pedírselas prestadas a nuestros familiares o amigos o posponer la compra en el caso de que veamos que nos va a acarrear dificultades. En cualquier caso, consultar con un asesor financiero nos ayudará a verlo con más claridad.
Comprar de forma impulsiva
Evita comprar cosas por capricho de forma impulsiva y piensa dos veces antes de adquirirlo si realmente lo necesitas o por qué estás haciéndolo. Si hablamos de ropa, quizás no es algo imprescindible y recuerda, ¿está este gasto incluido en tu presupuesto mensual? ¿Lo tenías contemplado? ¿Encaja dentro de tu lista o ya la estás sobrepasando? Aprender a comprar es un hábito sano y te ayudará a ahorrar y sentirte mejor contigo mismo.
Asumir riesgos altos
El optimismo te puede hacer caer en errores innecesarios como invertir tus ahorros con mucho riesgo, abrir un negocio sin conocer el mercado, dejar el dinero a un amigo que no te lo va a poder devolver en un corto plazo… Eso lleva a que no dispongas de tus ahorros cuando realmente tú lo necesites o directamente que los pierdas.
Si tienes una urgencia o necesitas sanear tu economía para poder cumplir el plan anterior, existen distintas formas de financiación y también puedes solicitar un crédito urgente con el que hacer frente a esos imprevistos sin tener que desequilibrar tu tabla de costes..